lunes, 12 de junio de 2017

Bangkok 1º Parte



Aventuras por el Sudeste Asiático. Vuelo - Llegada + Bangkok 1º Parte.

El vuelo más largo de mi vida, hasta ahora, comenzaba (La aclaración “hasta ahora” es con esperanzas, de que pronto pueda tener un vuelo aun más largo). Tambien sería el viaje más largo de mi vida, fueron 28 dias de recorridas, mas casi 3 dias de vuelos. Un mes fuera de casa, en el otro lado del mundo. La felicidad en estado pleno. El estado alerta también estaría muy vigente en este viaje.

Con Qatar Airways, aerolínea de nivel si las hay, Salí de BsAs a las 23:20, para llegar a Doha, Qatar, casi 19 horas después. Hace una breve parada en San Pablo a las dos horas de vuelo, para cargar combustible,  y además cargar y descargar pasajeros. 6 horas de diferencia ya marcaban que estaba lejos, pero Qatar no era el destino elegido.

Mención aparte, merece el aeropuerto de Doha, sin dudas el más impresionante que conocí, con una diversidad cultural que se junta en un espacio reducido, y donde se ve una diferencia abismal. Te cruzas con el petrolero más rico de Dubai, un pibe humilde de parque patricios, mujeres musulmanes con trajes típicos, durmiendo en el suelo, sin tocar los sillones, etc. Era la primera vez que veía en vivo a esta religión tan llamativa y diferente a lo que uno está acostumbrado. 

En Doha estuve casi 4 horas de escala, las cuales se pasan volando por el disfrute que pasa uno en un lugar así. Luego venia el último vuelo, rumbo a Bangkok de casi 6 horas, dando un total de 29 horas de viaje, siendo 25 horas en el aire. 

Pensé que la parte de inmigraciones seria sencilla, pero uno antes de pasar por migraciones, debe validar su certificado de vacunación contra la fiebre amarilla, paso que me saltee y que provoco que este un poco desconcertado. Bastante despelotado el proceso de entrada al país, pero siempre se logra pasar. Ahora venia la parte de agarrar la valija e ir en busca de la estacion del Sky Train, que luego de unas combinaciones me dejaría, supuestamente, a unas cuadras del hotel elegido. 

Del aeropuerto, a la estacion Phaya Thai, más dos combinaciones más, pude llegar, sin perderme casi por primera vez en un viaje, a escasas cuadras del hotel. Cuando baje a la calle, el bullicio de los autos, y las calles/veredas angostas, me descoloco un poco, me desoriento. Una vez caído en la realidad, supe sin problemas como llegar al hotel. Deje todo, y tipo 15 hs Salí a lo que sería la primera visita en Bangkok.

Era domingo, y como todos los fines de semana del año, se arma el mercado Chatuchack, el más grande de Tailandia, y uno de los más extensos del mundo. Es el lugar en donde encontras literalmente de todo, menos llaveros copados, gran decepción de este viaje, fue la escasez de estos elementos que colecciono, ya que parecía ser, que la producción de los llaveros en el sudeste asiático, pertenecía a una misma empresa, y lo único que hacen es cambiarle la imagen y el nombre de la ciudad. Poca o nula artesanía para estos amuletos. El mercado cerró casi conmigo adentro, ya que el tiempo se me paso volando, y pude hacer compras interesantes, para llenar la mochila en tan solo horas de haber llegado. 

A la vuelta, previo a volver al hotel, pase por uno de los barrios rojos de Bangkok (tiene 3), Patpong. Solo fue de pasada, pero lo que pude ver, marcaria un poco el pensamiento que fui generando con esta ciudad. La noche en Bangkok es sucia, oscura. Solo brilla en los barrios “atrapa turistas”, como son los tres barrios rojos, y no mucho mas, ya que los centros comerciales cierran temprano en la noche. La noche en Bangkok es descuidada, volviendo para el hotel, por calles angostas y oscuras, siendo el primer dia y todo , no me sentí inseguro, pero si me daba lástima ver las bolsas de basura tiradas, ratas saliendo de las mismas cuando uno se acerca caminando, algún que otro borrachín tratando de imaginar cómo llego a ese estado, etc. El dia es lo opuesto. 

Fue un viaje que me dio mucha tela para cortar, que me hizo opinar mucho sobre cosas vividas, pese a ser de culturas distintas, que me hizo abrir los ojos de una manera mayor a la que me pudo haber imaginado previo al viaje, pero lo resaltante es que fue un viaje que me dio mucho material para escribir, mucho espacio para desarrollar, y mucho tiempo y lugares adecuados para pensar. 

En este viaje visite 12 ciudades, me parece oportuno y resaltado que en el final de cada relato, por la diversidad encontrada, haga una especie de resumen con opiniones personales sobre lo vivido en cada lugar. Esto es el inicio de lo que llamare “Aventuras por el sudeste Asiático”


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