viernes, 10 de febrero de 2017

Mi Viaje a Japon. Dia 12. Fin de las historias.

Es el final. Los últimos días los dedique a caminar sin rumbo por las calles de Tokyo.
En este día, conocí la ultima ciudad , de las programadas. Nara.
Salí temprano, nuevamente vía tren bala, y nuevamente dos trenes distintos, como fue el caso de Hiroshima. Primero me baje en Kyoto, para combinar e ir directo a Nara.
Llegue y como en la mayoría de las estaciones de Japón, me perdí por la enormidad de las mismas, pero a su vez, encontré un lugar tranquilo para desayunar antes de empezar el día. Siempre las estaciones super completas, con negocios de varios rubros. Salí rumbo al famoso parque de Nara, donde andan los ciervos tranquilos , ya que en esta ciudad son sagrados, algo así como las vacas en India.
En el camino te vas encontrando con los animales, sin cuernos, calculo yo que se los habrán sacado, y con negocios de artesanias, uno mas lindo que el otro. Templos, construcciones muy antiguas y espectaculares son la antesala al parque. Llegando al parque, me empiezo a encontrar con muchos ciervos, y la gente que quería fotos con los mismos. Puestitos que vendían comida para ellos, para que el turista compre y les de. No lo quise hacer, luego de esto viví una de las "anecdotitas" mas ricas del viaje.
Estaba parado, solo, mirando a los animales, cuando en un momento se acerca un señor, un tanto mayor, tirando a anciano, aunque en japón nunca supe distinguir la edad, porque era un señor que parecía tener 60, pero tranquilamente podría tener 90, viste como es, cara relajada, tranquilo, sin arrugas, te quita años de edad. Bueno el señor , con su bicicleta y canasto, se paro atrás mio, y sin bajarse de la bicicleta, ni mediar palabra, estira su mano y me da algo que parecía comida. Sin entender lo miro, y me señala a los ciervos. Ahhhh, era comida para ellos. Pero la tarea no era sencilla, no era cosa de estirar la mano y darle. El tipo tenia una técnica, muy interesante y que resultaría tremendamente provechosa.
El señor, hizo una muestra , la cual tenia que imitar. Con un granito en la mano, parado enfrente al ciervo, tenia que subir y bajar la mano dos veces, a todo esto la cabeza del ciervo acompañaba el movimiento de mi brazo, y en la tercera el ciervo con la boca abierta esperaba que le des de comer.
Cuando vi al anciano hacer eso, quede atónito. Nunca podría hacerlo, me miro y con señas me dijo "dale, hacelo"". Lo hice dos veces y el ciervo actuó de la misma manera que con el viejito. Me di vuelta, le agradecí, y el señor con una sonrisa de oreja a oreja siguió andando en bicicleta. Fue de las historias mas lindas que me toco vivir, puede parecer una pavada, pero se sintió bastante humano.
Después de esto, tranquilamente podría terminar con el blog de Japón, pero quedan un par de cosas.
Apenas al salir de ahí, me encontré con el Templo Todai-ji, donde esta la escultura del famoso buda gigante, la mas impresionante que vi en mi vida, con mini budas a los costados, y dos esculturas grandes a su costado, como si fueran mujeres, y otras dos mas atrás, como si fueran guardianes, con caras de malo. El lugar es enorme, tiene un lindo puesto de souvenirs. Nunca había visto algo así en mi vida.
Nara tiene calles chicas, negocios raros, lindos, buena comida y es agradable para ir caminando. Lo importante para visitar esta cerca de la estación JR.

Japón fue al día de hoy, 10/02/2017, a punto de emprender un nuevo viaje al sudeste asiático, el país que mas me marco, que mas me enamoro, que mas me gusto, con sus rarezas, locuras. Un país donde tenes la locura frenética de Tokyo, con luces que salen de todos lados, y a 4 horas de tren, una ciudad que quedo en la época del emperador, como Kyoto. Con el tren bala, conocer el país es fácil, pero necesitaba mas tiempo. Es cuenta pendiente, volver, mas tiempo, y porque no quedarme a vivir y probar suerte.




lunes, 6 de febrero de 2017

Mi viaje a Japon. Dia 10 Hiroshima - Miyajima

Pase por arriba un dia. El dia 9 no fue demasiado interesante para el lector, lo fue para mi, ya que recorri Tokyo buscando una valija en especial, y anduve por diferentes shoppings averiguando por la Ps4. Pasemos a lo importante
Era uno de los dias que mas me interesaba que lleguen. Conocer Hiroshima.
La odisea comenzaba a las 5am, para ir hacia la estacion de trenes Shinjuku. Tenia los boletos reservados, eran dos trenes bala. El primero hacia Tokyo - Shin Osaka, y desde ahi a Hiroshima.
Cuando sali de la estacion no tenia mucha idea como moverme, ni como ir a la famosa cupula de la bomba atomica. Bastante desorientado, pude encontrar un bus, incluido en el JPR, que me dejaba en el centro turistico de la ciudad.
De un lado el recuerdo mas triste del pais, justo enfrente el Castillo de Hiroshima. No hacia falta moverse mucho mas de ahi, para vivir Hiroshima aunque sea por un dia.
Apenas baje del bondi, quede atonito. Pocas veces me paso que algo me chocara tanto, senti un dolor como propio, como si yo hubiese sido parte de la historia y del sufrimiento del pais, y de la ciudad. El parque de la paz es un lugar en donde se respira paz y tranquilidad, con mucho verde, pero a su alrededor todo es recuerdos. Y estos son de dolor, sufrimiento, muertes, en ningun momento podes recordar algo bonito. Salvo, y no menos importante, todo lo que lucho Japon para salir adelante en tiempo record. Te encontras con la cupula de la bomba atomica, tal cual quedo, aunque un poco retocada para que no se caiga abajo, situacion que se dio a votacion entre los ciudadanos, el dejarla tal cual esta, o retocarla suavemente, para que siga estando. Se decidio por esta hultima.
El monumento a los niños caidos, algo bastante chocante que recuerda a todos los niños muertos durante y posteriormente a la caida de la bomba, ya que por la radiacion, las personas murieron aun muchos años despues de la explosion. Esta el museo, y enfrente al mismo, se encuentra una llama, la cual lamentablemente siempre se estara encendida, ya que mientras sea asi, significa que sigue habiendo bombas atomicas en el mundo.
Dentro del museo hay cosas muy interesantes, recuerdos muy dolorosos, e imagenes escalofriantes. El famoso reloj con la hora exacta de la explosion, ropa, la sombra en la pared de un hombre que esperaba que abriera el banco, cuando la bomba exploto, y la historia detras de esto.
El dia era bastante intenso, al volver me di cuenta que por la avenida principal yacian locales de ropa de alta gama, lo que le saco un poco el espiritu a la ciudad, aunque es imposible no sentirlo. A 30 minutos de esta ciudad se encunetra la ciudad de Miyajima, que se la da de poseer la postal turistica de Japon, la cual veran al finalizar esta historia. Vas con un tren, te deja en el puerto, de ahi un barco, que te deja en la isla de la ciudad. Era tarde, tenia el tren a la vuelta, asi que tome el barco ida y vuelta rapido, pero no pude recorrer Miyajima. Cuenta pendiente a sumar a Japon.
Queda Nara, otra ciudad, con sus ciervos sagrados, y se terminan las historias.