25 años es un número redondo. Suena distinto si digo “un
cuarto de siglo”. Parece mucho.
He leído por ahí, que “no
importa cuántos años vivas, sino la vida que lleven esos años”. Últimamente
he estado pensando mucho en las típicas frases como “la vida es corta, hay que vivirla”. He reflexionado bastante acerca
de la vida, y lo que nos lleva a disfrutarla.
Pero también es cierto que el disfrute en la vida es corto.
Por lo menos hablando de mi experiencia personal.
En estos 25 años puedo decir que viví muchas cosas, mas
buenas que malas. No me puedo quejar de absolutamente nada. Considero que para
que la vida esta balanceada, uno tiene cosas pero siempre le faltan otras. Uno
siente no estar completo el mayor tiempo. Entonces no valora lo que tiene, que
puede ser mucho comparado con cualquier tipo de parámetro. Por lo tanto valorar lo que uno tiene, otra frase
típica incluida en este espacio, cobra sentido.
Tuve casi 4 años viviendo en el interior, entre Córdoba y
San Luis. Luego de la separación de mis viejos, decidí los 15 años, irme a vivir a un lugar que
apenas conocía, sin nadie más que mi papa y mi hermano. Era el porteño en Córdoba.
Los primeros meses fueron turbulentos, fue un cambio muy duro sin luz, con
bomba de agua, pantalla solar, todas cosas que no eran cotidianas en mi vida en
capital. Pero hoy puedo decir que esos años ahí me hicieron como persona. Encontré
gente que me invito a ver la vida de otra manera.
Volví a la ciudad, con la excusa de estudiar, ya que en el
pueblo no lo podía hacer. Sentí que era una manera de recompensar a mi vieja después
de haberse aguantado tantas cosas malas. Me sentía un poco responsable de eso. Al principio fue duro, una nueva movida en mi
vida, pero conseguir un laburo tan rápido hizo que me asiente de “sopetón” en
la gran ciudad, y tenga la obligación de quedarme. Esa obligación dejo de
sentirse como tal y paso a ser un nuevo modo de vida al que me acostumbre
rápido. Hoy por hoy, con respecto al pueblo, cada vez me cuesta más volver. Me
siento cada vez mas distanciado de lo que lo rodea. Por suerte la relación con
mi viejo se mantiene, dentro de todo, en parámetros normales.
A los 18 años hice mi primer viaje solo a Punta Cana, y
desde ahí no pare. Descubrí que lo que verdaderamente me hacia vivir la vida, y
disfrutarla era viajar. Pasaron casi 7 años desde ese momento, y realice 4
viajes, con el quinto en puerta. No sé
si podría viajar sin parar, por obvias causas, hoy la facultad me retiene mucho
y además soy un tipo de disfrutar mucho su casa. Soy demasiado responsable, y
el que me conoce sabe que no me agrando, como para dejar una carrera que tanto
me costo, y que tan cerca estoy de terminarla. “Nunca me preocupo por el futuro, viene demasiado rápido.”
Tengo un carácter podrido. Cara de culo cuando no me cae
bien algo, no soy falso y soy demasiado expresivo, cuando algo no me gusta lo
digo. Eso me juega bastante en contra. Otra propuesta interna en mi vida, es
calibrar ese carácter, tratar de regularlo, para no ser tan hiriente a veces.
Soy frio, y junto con el carácter da una personalidad bastante jodida. Quiero
pero no quiero cambiarla, porque sé que es algo propio en mí, y no sé si quisiera
deshacerme de ella tan fácil. A su vez, se que moderar la personalidad me
abriría otras puertas, me haría conocer gente, etc. Pero tampoco sé si me
interesa. Siempre fui una persona solitaria, aunque a veces me gustaría no
serlo. Supongo que es el balance que hace que la vida se equilibre.
Volviendo al tema de los viajes, y cerrando un poco estas
sensaciones, cada vez que regreso de un viaje mi cabeza da un giro en algún
aspecto de mi vida. Siempre un viaje te hace ver cosas que antes no podías. Se
acerca el viaje más largo, hasta ahora, y las sensaciones previas son intensas.
No empecé el mismo, y ya estoy viendo el mapa para ver el siguiente viaje. La
mente está en un permanente viaje, del cual espero nunca aterrice del todo.
Al que no se animo a encarar un viaje solo aun, le propongo
que lo intente. “La vida es una aventura
o es la nada misma”. La vida es una
sola, hazla valer. Hace más.
“¿Cuál es el secreto
de la felicidad?... No lo sé, supongo que debe ser encontrar algo que amas y
hacerlo durante toda tu vida.”
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