jueves, 10 de mayo de 2018

Hue. La Ciudad que no “Hue”.


Esta era una ciudad más de parada en mi camino de norte a sur por Vietnam, que otra cosa. No tenía ningún tipo de expectativas de nada. Mi investigación previa encontró escasos o nulos puntos de interés. 

Había pasado la noche en tren, y había llegado a una ciudad nueva. Otra vez. De la estacion de tren eran aproximadamente 30 cuadras hasta el hotel. Las hice caminando, con una mochila y una valija de 20 kilos arrastrando. Llovía y transpiraba. La combinación era mala. Las veredas en Vietnam, tanto en Hanoi como en Hue, por ahora, no están hechas para el que anda con valija, las mismas son ocupadas por motos, puestos, mesas, sillas, etc. Llovía bastante, así que deje las cosas en el hotel y Salí a buscar una campera para un dia así. En mi investigación había averiguado que Hue es una de las ciudades donde se vende mucha falsificación de marcas importantes, y que son iguales a las originales, salvo algún que otro pequeño detalle.

Así que me aventure y conseguí una linda campera North Face, que si es trucha está muy bien hecha, por un buen precio. Además me lleve una mochila y otra campera más. Ya me podía ir tranquilo. 

Hue tiene como atractivo principal, una ciudad amurallada, una ciudad imperial, apenas cruzando el rio del perfume, son como 10 km de murallas y fuertes. La entrada me pareció cara, no tenía ganas de entrar por la lluvia, y no había comido. Así que todos estos factores hicieron que desista de la idea de entrar y me vaya a comer. 

Algo que se volvió muy común en las ciudades tanto de Tailandia como Vietnam, es la oferta de drogas y mujeres, sobre todo cuando caminas solo y de noche. Ni te cuento cuando te perdes y te metes en calles escondidas. Esto es algo que detesto, con lo que tuve que lidiar en todos mis viajes, desde Tokyo hasta Cuzco. Siempre la oferta existe.
En la mañana, apenas llegado, había comprado un ticket de bus para hacer el recorrido de Hue a Hoy An, una ciudad que junto con Luang Prabang en Laos, me generaba mucha expectativa.

Próximamente: La ciudad de las luces no brillantes y de los trajes brillantes. Hoi An. 


miércoles, 9 de mayo de 2018

De Hanoi a Hue en Tren. 1º Experiencia ferroviaria en Vietnam.


A las 7 arriba, desayuno y en bote rumbo a una aldea de pescaderos dentro de la bahía. Llegamos y nos subimos a un bote local, donde una señora local nos llevo a pasear por la aldea. Las casas, la escuela primaria y algunas zonas que se asemejaban a granjas, donde tienen todo lo necesario para la pesca. Una aldea en donde deben vivir unas 20 familias, con los perros custodiando las entradas, a las casas, las cuales ubicadas en una especia de puerto precario, se hace difícil acceder, si no es en bote. Al final de paseo te muestran como hacen las joyas, y el proceso de cómo sacan las perlas de las almejas, para luego convertirlos en joyas caras. 

De vuelta al barco, comimos y a las 11, desembarcamos en el puerto, para tomar la combi que nos llevaría de vuelta a Hanoi, en un viaje de casi 5 horas. Las personas que conocí, cada una distinta a otra, me hicieron practicar mi ingles y poder abrir un poco más mi mente. Uno de los objetivos de este viaje. Fueron 3 dias en donde sin señal alguna de wifi, sin comunicación con mis seres queridos a miles de kilómetros de distancia, el aislamiento fue total. Y la reflexión era constante, noche tras noche, experiencia tras experiencia. El silencio total, el ruido del agua chocando con las montañas, algún que otro pez saltando en la oscuridad, marcaban una paz que no volvería a vivir en el resto del viaje. 

Una vez en Hanoi, tuve que regresar a mi hotel, donde muy amablemente me habían guardado las valijas. Ahí, además, debía retirar el boleto del tren que ellos mismos me habían conseguido, el cual me llevaría a Hue. Apenas llegue, la recepcionista me saludo acordándose de mí, me entrego mis valijas, y me explico cómo llegar a la estacion de trenes, e incluso me acompaño (hasta muy cerca) para que no me pierda en el recorrido.
Al entrar a la estacion, el miedo se empezó a apoderar de mí de a poco. No había carteles en ingles, solo números, no sabía cuál era la puerta de salida de mi tren, lo único que tenía era el horario de salida del tren. Era las 18:13 y mi tren salía 20:20. Pensé “tengo por lo menos hasta las 19 para relajarme, y después entrar a pensar a ver como consigo dar con mi tren”. En ese breve periodo, me bajo un poco de nostalgia, luego de haber vivido la experiencia en el barco en Halong bay, algo que me había sucedido, parecido, al salir de Laos. Me planteo, en un futuro no muy lejano, hacer un viaje en moto por Vietnam con mi papa. Creo que sería muy enriquecedor para ambos. 

Luego de analizar la situación, ver empleados y demás, logre dar con mi tren que salió 20:20 puntual rumbo a Hue. Ahora el siguiente dolor de cabeza seria, “como saber cuándo me tengo que bajar, ya que no gritan el nombre de las estaciones cuando están llegando”. Solo deseaba que no se retrase, y que el horario de llegada coincida con la llegada a una nueva ciudad. En este caso Hue. 

El tren, bastante precario, con una habitación, con dos camas cuchetas, me había tocado una de arriba, pero bastante cómodo para poner todas tus valijas y elementos personales. En las camas de abajo, había una pareja cuasi anciana de holandeses, a lo cual el primer tema de conversación, fue la reina Máxima. Luego llegaría una chica asiática, para completar la habitación. El baño, un agujero en el piso muy sucio, sirvió solo para las necesidades de primer orden. Ni a lavarme los dientes me anime. 

El tren va lento, tiene muchas paradas, y se mueve un poco. Pero al momento de dormir no tuve problemas. A las 8, según mis cálculos tenía que llegar, y a esa hora el tren paro y me baje. 

No me había equivocado. 

Próximamente. Hue – La ciudad amurallada (cara) y sin encanto.