Me había armado un itinerario, para que sea un dia largo.
Me desperté temprano, a las 6 am. Tome el Sky train, a unas cuadras del hotel,
hasta la estacion Saphan Taksin, de ahí baje, camine unas cuadras en sentido al
rio Chao Phraya, hasta cruzarme con el puerto. En este rio, hay barcas que van
y vienen, con banderas de diferentes colores, que marcan diferentes recorridos.
Me tenía que tomar alguna con bandera color naranja o verde, y bajarme en la
parada Tha Chang.
El paseo por el rio es disfrutable, por unas pocas
monedas podes manejarte sin problema. El rio está bastante sucio, contaminado,
dejado estar, como varias partes de la ciudad.
Apenas bajas en la parada más importante del
recorrido, te encontras con un mercado, para luego empezar a pasar por puestos
de seguridad. Me esperaba la entrada al Gran Palacio, llegue antes de las
08:30, pero no me esperaba la inmensidad de gente. Tampoco imaginaba, que
apenas unos segundos después de que las puertas se abrieran, la gente se
abalancera desesperadamente, rompiendo las filas, si es que hubo alguna. Fue
una imagen bastante apocalíptica, debo decir que dentro de la mayoría de la
gente, se encontraban grupos de turistas chinos, de los peores turistas que me
he cruzado, y en este viaje tuve más de una anécdota. El ingreso es sumamente
desorganizado. Una vez adentro, pagas 500 bath, y no podes entrar con
pantalones cortos (de pedo lleve el pantalón largo en la mochila), me lo puse
cuando me rebotaron en la entrada por tener bermuda.
Una vez adentro, el ambiente se tranquiliza, y el modo apocalíptico
de las personas desaparece. El lujo esta en cada metro que haces. Es un
complejo que alberga los templos más importantes del país, además del gran
palacio donde vive el rey. Son pocos los templos a los que uno puede entrar,
sino me equivoco entre a dos, incluido el templo del buda esmeralda, con el
santuario más impresionante que haya visto en mi vida, un buda muy brilloso en
la cúspide. No se pueden sacar fotos en su interior, esto es muy estricto y está
sumamente vigilado. La gente, local en su mayoría, tirada en el piso le pide o
le agradece al buda. El complejo, además alberga la cuna del masaje tailandés,
y ofrece centros con diferentes masajes. Son terapias milenarias y de las
mejores del mundo, por su historia. El paseo haciéndolo tranquilo, lleva entre
3 y 4 horas, incluido el mejor masajes de pies y cabeza que me hice en mi vida,
era el primero de muchos que me haría en el viaje.
De ahí , a 5 cuadras, está el templo del buda
reclinado, que por 200 bath entras, y me encontré con una de las obras y/o
estructuras mas impresionantes que he visto en mi vida. Es un buda, que parece
una mujer acostada, con la cabeza apoyada en la mano, que supone una de las últimas
etapas de la enfermedad del buda antes de morir. Con su cara, de oro y con
expresiones marcadas, parece desafiar al turista que viene.
Saliendo, volviendo para el lado del rio, cruce hacia el
otro lado por 3 bath, para llegar al último templo antes de que sea el mediodía.
El Wat Arun, que estaba en época de refacción, pero que aun así pude entrar a
una especie de cuadrado, como si fuera una manzana de un barrio. El mismo
estaba rodeado enteramente por mini estatuas de budas de oro. Una de las cosas más
impresionantes que vi. Un complejo grande, junto a la orilla del rio, donde por
20 bath, compre una campana, le puse mi nombre, y la colgué para hacer cumplir
un sueño.
De nuevo a cruzar el rio, pero esta vez decidí caminar y perderme. El
destino final, o por lo menos la idea, era llegar al China Town de Bangkok. Fue
la primera perdida del viaje. Totalmente desorientado, y con hambre, me encontré
en la parte fea del barrio chino, con casas humildes, sucuchos, que tenían las
puertas abiertas, y en donde “señoritas” te gritaban, llamaban y hasta perseguían,
para ofrecerte sus servicios. Estaba medio cagado, no sabía muy bien donde
estaba, y me termine metiendo en un mercado con pasillos muy angostos y
aterrado de gente. Me desvié del camino origina, y empecé a buscar alguna
parada del subte. Luego de más de 2 horas, y sin haber comido, lo encontré, y
me fui para el lado de los Shoppings (MBK Center – Siam – Pantip Plaza).
El MBK, es un shopping de 6 o más pisos con todo lo que
te puedas imaginar. La ropa es toda de segunda mano, no hay marcas conocidas, y
la electrónica combina el local de Samsung original, y enfrente, un local con
un indio que te vende lo que pareciera imitación. La mayoría de la electrónica,
te la venden locales atendidos, por lo que me parecieron, personas indias.
El Siam es un complejo de 3 shoppings, lujosos, con todas
las marcas de primera línea.
Por último, el Pantip Plaza, un complejo de 6 pisos, con
pura electrónica, con casi todo dedicado a la computación. Precios a la mitad
de lo que sale en Argentina, y hasta mejor que en Japón y EEUU. Lo complicado
es hacerles entender lo que uno quiere, los que hablan ingles, lo hablan de
forma muy básica.
Para cerrar el dia, me fui a hacer un masaje típico tailandés.
Como siempre no sabía que me harían ni a donde me metía. Resulto ser bastante
doloroso y un poco incomodo. Pero toda una experiencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario